Una lengua de hielo lame esta mañana las ramas de los árboles. Las lame y deja tras de sí una estela húmeda que se va condensando en mil gotitas de rocío.
Titus
B. duerme. Duerme
plácidamente como buen duende viejo y cansado. Yo observo el mundo que me rodea.
Abro mucho los ojos y los oídos y
trato de no pensar, de no
recordar, de no sentir...
No hay comentarios:
Publicar un comentario