Una capucha
oscura le cubre la mitad del rostro. Casi no puedo verlo y, aún
así, sería capaz de decirte que es
muy guapo... ¡Cuando Titus B. despierte y descubra que he escrito esto
se va a enfadar muchísimo! :)
Se llama
Roger, el dueño de la voz ronca. El hombre
alto y corpulento. El hombre de la tez dorada y la barba apenas cubierta por
unas pocas canas. Se llama Roger y me lo dijo uno de estos amaneceres. El mismo
que vencí al sueño y me puse de pie. Aquel
que ayudada de sus manos grandes llegué hasta el inmenso ventanal que abre el
muro oriental de la Torre del alquimista y se hace su dueño, mostrándome un bosque hecho a base
de copas de árboles muy viejos y muy altos.
Del vuelo
bajito de mil libros volantes.
Casi al pie
de una luna que se moría...
Si hubiera
vuelto la vista atrás habría encontrado a Nimue acurrucada
junto al duende. Ya sé de qué están
hechas las marcas que tiene en el cuello. Me lo
dijo el hombre guapo de la capucha oscura que ve pasar su vida entre retortas y
alambiques. Me lo dijo, que fue él quien la
encontró una tarde en los confines de Brocelianda tirada junto al río que separa nuestro bosque de tu mundo.
La patita
ensangrentada.
Un collar
con pinchos de acero clavándose en su piel.
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